1 – Ingenuidad – La cualidad de ser demasiado inocente o confiado – es una tremenda falla cuando estamos tratando con la adicción.
La única acción segura cuando está lidiando con la drogadicción es eliminar la ingenuidad por completo, sin importar cuánto duela. Una persona ingenua está demasiado dispuesta a creer que es verdad lo que le dice el ser querido, aunque la evidencia demuestre completamente lo contrario. Las familias caen en esta trampa porque ese ser querido siempre había sido de fiar. Cuando los efectos del alcoholismo, del abuso de drogas o de la adicción comienzan a mostrar sus caras, y hasta que la persona complete un programa de rehabilitación que realmente lo ayude, usted tiene todas las de perder. Ser ingenuo ante el abuso de alcohol o de drogas puede ser – y con demasiada frecuencia lo es – un error fatal.
Forma incorrecta de hacerlo: Las calificaciones de un estudiante caen. Abandona sus actividades o clubes a los que pertenece. Cambia de amigos. Cuando sus padres le preguntan sobre estos cambios, dice que estaba cansado de esas actividades y sus profesores se están metiendo con él. Siempre le han tenido tanta confianza que la familia cree estas historias y lo deja tranquilo hasta algún tiempo después cuando el daño es mucho más difícil de reparar.
Forma correcta de hacerlo: Los padres le preguntan acerca de los cambios. Ellos rehúsan ser ingenuos al respecto porque saben que estos indicios comúnmente significan abuso de drogas. Los padres hablan con los profesores o maestros y con algunos de los viejos amigos. Escuchan acerca de otros síntomas que podrían ser signos de uso de drogas. Llevan al hijo al médico de la familia para un examen de drogas. La prueba de drogas positiva les da la evidencia que necesitan para tomar la decisión siguiente.