Cuando hay señales de adicción, espere mentiras y manipulación para que no lo agarren con la guardia baja cuando esto ocurra.
Cuando una persona se hace adicta, es como si desarrollara ciertas habilidades especiales. La mente se convierte en el sirviente de las drogas. Es un experto mintiendo para salirse de situaciones difíciles. Sabe como manipular la situación cuando alguien está tratando de salvarle la vida, culpándoles de ser la razón de porque él está abusando drogas.
Comprenda estos dos hechos:
- Con el consumo de drogas se produce un deterioro moral y ético.
- Las ansias por más drogas o por alcohol pueden ser tan abrumadoras que la persona se siente como loca. Justifica totalmente lo que dice o hace con tal de que los demás lo dejen en paz para así poder continuar consumiendo drogas. Para él, hacer esto es tan esencial como respirar.
Así que no se sorprenda cuando comiencen las mentiras. Va a tener que pulir sus habilidades detectivescas, verificar las historias, y rehusarse a ser manipulado. Usted no lo merece.
Manera incorrecta de hacerlo: La esposa ve que el esposo no está saliendo para el trabajo y tiene un nuevo golpecito en su camioneta. Ella le pregunta que paso. El esposo le responde que un camión de entrega en el trabajo golpeo su carro retrocediendo, y cuando el pidió ser compensado por ello, lo despidieron. De todos modos, el estaba cansado de ese trabajo, y va a tomarse un tiempo libre sin trabajar. La esposa le habla sobre el dinero que falta del presupuesto mensual en los últimos tiempos y que muchas de las facturas están atrasadas por pagarse. Ella se opone a que él se tome un tiempo sin trabajar porque hay cuentas que tienen que pagar. El se vuelve contra ella, la acusa de no ser solidaria con su necesidad de tomarse un tiempo libre. De después de todo, ella se tomo dos años sin trabajar cuando nacieron los niños. Él la regaña y la empequeñece hasta que ella cede y le dice que haga lo que quiera hacer.
Manera correcta de hacerlo: Este ejemplo presenta una situación difícil que podría requerir la ayuda de alguien más. El apoyo de otros miembros familiares, del médico de la familia, de un sacerdote o tal vez, se necesite de la ayuda de un intervencionista que pueda cortar de plano los intentos de intimidación y de manipulación del esposo. La adicción es un enemigo poderoso e inteligente. Una esposa indefensa, una madre divorciada, o un padre enfermo, o tal vez aun peor, una abuela de edad avanzada que no tiene la capacidad de hacerle frente a este tipo de asalto directo. La persona a quien se le está mintiendo o manipulando necesita darse cuenta que ella no es quien está causando la situación. Ella tiene que conseguir el apoyo suficiente para enfrentar esto.
En este ejemplo, la esposa escucha las mentiras y no contesta. Ella piensa en todas las peleas recientes, enfermedades, y dinero que desaparece y llega a su propia conclusión. Ella consigue la ayuda de otras personas de la familia que sean fuertes y de confiar. Ella habla con el encargado del trabajo del esposo y se entera que lo despidieron por traficar drogas en la empresa. Muy pronto, el adicto va a encarar a un grupo de personas que le exige una prueba de drogas y luego un programa de rehabilitación una vez que el examen sea positivo.