Los consumidores del MDMA pueden encontrar problemas similares a los que sienten los que consumen anfetaminas y cocaína, incluyendo adicción. Aparte de sus efectos gratificantes, los efectos psicológicos del MDMA pueden incluir confusión, depresión, problemas de sueño, ansiedad y paranoia durante y algunas veces después de semanas de haber tomado la droga. Los efectos físicos pueden incluir tensión muscular, apretado involuntario de los dientes, náusea, visión borrosa, desvanecimiento, y escalofríos o sudor.
Aumento del ritmo cardíaco y de la presión sanguínea son un riesgo especial para las personas que sufren de enfermedades circulatorias o cardíacas. Se han reportado fatalidades relacionadas con el consumo de MDMA en los “raves”. Los efectos estimulantes de la droga, que hace que el consumidor baile durante extensos períodos, combinados con las condiciones de calor y aglomeración que se encuentra generalmente en los “raves”, puede conducir a deshidratación, hipertermia, y falla cardíaca o renal. El uso de MDMA daña las neuronas de serotonina del cerebro. Se cree que la serotonina juega un papel importante en la regulación del estado de ánimo, de la memoria, del sueño y del apetito. Una investigación reciente indica que el uso frecuente de MDMA causa problemas persistentes de memoria en los humanos.
Daño cerebral de larga duración por el uso de éxtasis
La droga de diseño éxtasis, o MDMA, causa daño de larga duración a áreas del cerebro que son críticas para el pensamiento y la memoria, de acuerdo a los descubrimientos de una nueva investigación en la edición del 15 de junio de la Revista de Neurociencia. En un experimento llevado a cabo con monos titíes, investigadores en la universidad Johns Hopkins demostraron que cuatro días de exposición a la droga les causaron daños que entre 6 a 7 años más tarde aún persistían. Estos descubrimientos ayudaron a validar investigaciones anteriores hechas por el equipo Hopkins en humanos, que mostraban que personas que habían tomado MDMA sacaban puntajes más bajos en pruebas de memoria.
“El sistema de serotonina, que el MDMA afecta, es fundamental para la integración de información y emoción del cerebro”, dice el Doctor Alan I. Leshner, Director del Instituto Nacional de Abuso de Drogas (NIDA) y de los Institutos Nacionales de Salud, quienes financiaron la investigación. “Por lo menos, las personas que toman MDMA, así sea solo unas pocas veces, están corriendo el riesgo de tener problemas de aprendizaje y memoria de larga duración, quizá permanentes”.
Los investigadores encontraron que las células nerviosas (neuronas) dañadas por el MDMA son aquellas que usan el químico serotonina para comunicarse con las otras neuronas. El equipo Hopkins también había llevado a cabo anteriormente una investigación de imágenes cerebrales en consumidores humanos de MDMA, en colaboración con el instituto Nacional de Salud Mental, que mostró daño extenso a las neuronas de serotonina.
El MDMA (3,4 metilenodioximetanfetamina) tiene un efecto estimulante, que causa euforia y sentido de alerta incrementado similar al de la cocaína y la anfetamina. También causa efectos psicodélicos similares a los de la mescalina. Inicialmente usado en los años 80, el MDMA generalmente se consume en fiestas grandes que duran toda la noche, “raves”.
En este nuevo estudio, los investigadores de Hopkins les administraron MDMA a unos y aguasal a otros de los monos dos veces al día durante cuatro días. Después de dos semanas, los científicos examinaron los cerebros de la mitad de los monos. Luego, después de 6 a 7 años, examinaron los cerebros de los otros monos que recibían MDMA, al igual que los de control, que recibían solo aguasal, paralelos en edades.
En los cerebros de los monos examinados inmediatamente después del período de dos semanas, el Doctor George Ricaurte y sus colegas encontraron que el MDMA les causó más daño a las neuronas de serotonina en algunas partes del cerebro que en otras. Las áreas particularmente afectadas fueron la neocorteza (la parte exterior del cerebro en donde ocurre el pensamiento consciente) y el hipocampus (que juega un papel importante en la formación de memorias de largo plazo).
Este daño también era visible, aunque en menor grado que en los cerebros de los monos que habían recibido el MDMA durante 6 a 7 años. En contraste, no había ningún daño notable en los cerebors de los monos a los que se les había administrado solo aguasal.
“Era visible alguna recuperación de las neuronas de serotonina en los cerebros de los monos a los que se les había dado MDMA 6 ó 7 años antes”, dice el Doctor Ricaurte, “pero esta recuperación ocurrió solamente en ciertas regiones, y no siempre fue completa. Otras regiones del cerebro no mostraron ninguna evidencia de recuperación en absoluto”.
El éxtasis daña el cerebro y perjudica la memoria en los humanos
Un estudio respaldado por NIDA, ha suministrado la primera evidencia directa de que el uso crónico del MDMA, popularmente conocido como “éxtasis”, causa daño cerebral en la gente. Usando técnicas avanzadas de imágenes cerebrales, el estudio encontró que el MDMA daña las neuronas que producen serotonina, un químico cerebral que se cree juega un papel importante en la regulación de la memoria y otras funciones. En un estudio relacionado los investigadores encontraron que los consumidores crónicos han tenido problemas de memoria que persisten por lo menos durante dos semanas después de haber dejado de tomar la droga. Ambos estudios sugieren que la extensión del daño está correlacionada con la cantidad de uso de MDMA.
“El mensaje de estos estudios es que el MDMA sí cambia el cerebro y parece que hay consecuencias funcionales a estos cambios”, dice el Doctor Joseph Frascella de la División de Investigación y Desarrollo de NIDA. Ese mensaje es particularmente significativo para la gente joven que participa en fiestas grandes que duran toda la noche conocidas como “raves”, que son populares en muchas ciudades de los Estados Unidos. Los estudios epidemiológicos indican que el uso de MDMA (3,4 metilenodioximetanfetamina) ha escalado en años recientes entre los estudiantes universitarios y jóvenes adultos que asisten a estas reuniones.
Estas tomografías cerebrales muestran la cantidad de actividad de la serotonina en un período de 40 minutos en una persona no consumidora (arriba) y en un consumidor de el MDMA (abajo). Las áreas negras en el consumidor de el MDMA muestran daño debido al uso crónico del MDMA.
En el estudio de imágenes cerebrales, los investigadores usaron tomografía de emisión de positrón (PET) para tomarles imágenes cerebrales a 14 consumidores del MDMA, quienes no habían usado ninguna droga psicoactiva, incluyendo el MDMA, durante por lo menos 3 semanas. Las imágenes cerebrales se les tomaron también a 15 personas que nunca habían consumido el MDMA. Ambos grupos eran similares en edad y en nivel de educación, y tenían números comparables de hombres y mujeres.
En las personas que habían usado el MDMA, las imágenes PET mostraron reducción significativa en los números de transportadores de serotonina, los sitios en las superficies de las neuronas que reabsorben la serotonina del espacio entre las células después de que ha completado su trabajo. La reducción duradera de los transportadores de serotonina ocurrió por todo el cerebro, y las personas que habían usado el MDMA más frecuentemente perdieron más transportadores de serotonina que aquellos que habían usado la droga menos.
Estudios previos de PET con mandriles también produjeron imágenes que indicaban que el MDMA había inducido reduciones duraderas en el número de transportadores de la serotonina. Examinaciones de tejido cerebral de los animales suministró más confirmación de que la disminución en los transportadores de serotonina vistos en las imágenes PET correspondía a la pérdida real de las puntas del nervio de serotonina que contiene transportadores en los cerebros de los mandriles. “Basado en lo que encontramos en nuestros estudios con animales, nosotros sostenemos que los cambios revelados por las imágenes PET están probablemente relacionados con los daños a las puntas de los nervios de serotonina en humanos que habían consumido MDMA”, dice el Doctor George Ricaurte de las Instituciones Médicas Johns Hopkins en Baltimore. El Doctor Ricaurte es el director de investigación para ambos estudios, que son parte del proyecto de investigación clínica que está determinando los efectos de larga duración del MDMA.
“La pregunta real en todos los estudios de imágenes es lo que estos cambios significan cuando se trata de consecuencias funcionales”, dice el Doctor Frascella del NIDA. Para ayudar a responder esa pregunta, un equipo de investigadores de la Johns Hopkins y del Instituto Nacional de la Salud Mental, que había trabajado en el estudio de imágenes, trató de determinar los efectos del uso crónico del MDMA en la memoria. En este estudio los investigadores administraron varias pruebas estandarizadas de memoria a 24 consumidores de MDMA que no habían usado la droga durante al menos dos semanas y a 24 que nunca habían usado la droga. Ambos grupos se formaron de acuerdo a la edad, el sexo, la educación y sus calificaciones en vocabulario.
El estudio descubrió que, comparados con los que no usaban, los consumidores habituales de MDMA tenían deterioros significativos en memoria visual y verbal. Como se había encontrado en los estudios de imágenes cerebrales, los efectos dañinos del MDMA relacionados con las dosis tomadas, entre más MDMA usaba la gente, mayor era la dificultad que tenían para recordar lo que habían visto u oído durante las pruebas.
Los deterioros de memoria encontrados en consumidores de MDMA están entre las primeras consecuencias funcionales en salir a flote del daño inducido por el MDMA a las neuronas de serotonina. Estudios recientes llevados a cabo en el Reino Unido también han reportado problemas de deterioro de la memoria en consumidores de MDMA determinados a los pocos días de la última toma de la droga. “Nuestro estudio extiende el deterioro de la memoria a por lo menos 2 semanas desde la última toma de la droga y por consiguiente muestra que los efectos del MDMA en la memoria no se pueden atribuir a la retirada o a efectos residuales de la droga”, dice la Doctora Karen Bolla del Johns Hopkins, quien ayudó a llevar a cabo el estudio.
Los ivestigadores del Johns Hopkins/NIMH también pudieron ligar el rendimiento menor de la memoria por parte de los consumidores de MDMA a la pérdida de la función de la serotonina del cerebro mediante la medición de los metabolitos de la serotonina en el fluído espinal de los participantes en el estudio. Estas mediciones mostraron que los usuarios de MDMA tenían niveles más bajos del metabolito que las personas que no habían usado la droga; y que la gente con los niveles del metabolito más bajos tenían el menor rendimiento de la memoria. “Tomados juntos, estos descubrimientos respaldan la conclusión de que la neurotoxicidad de la serotonina cerebral inducida por el MDMA puede ser responsable por el deterioro de la memoria encontrado en los usuarios de MDMA”, dice la Doctora Bolla.
La investigación de las consecuencias funcionales del daño inducido por el MDMA de las neuronas que producen serotonina en los humanos están en su etapa inicial, y los cienctíficos que llevaron a cabo los estudios no pueden decir definitivamente que el daño a las neuronas de la serotonina cerebral que se muestra en las imágenes es responsable por los deterioros de memoria encontrados en los usuarios crónicos de la droga. Sin embargo, “esa es la preocupación, y ciertamente es la base más obvia para los problemas de memoria que algunos usuarios de MDMA han desarrollado”, dijo el Doctor Ricaurte.
Los decubrimientos de otro estudio del John Hopkins/NIMH ahora sugiere que el uso de MDMA puede llevar al deterioro de otras funciones cognitivas aparte de la memoria, tales como la habilidad para razonar verbalmente o mantener la atención. Los investigadores continúan examinando los efectos en la memoria del uso crónico del MDMA y otras funciones en las que la serotonina está involucrada, tales como el estado de ánimo, control de los impulsos, y los ciclos del sueño. Cuánto tiempo persista el daño inducido por el uso del MDMA y las consecuencias a largo plazo del daño son otras preguntas que los investigadores están tratando de responder. Estudios con animales, que inicialmente documentaron los efectos neurotóxicos de la droga, sugieren que la pérdida de neuronas de serotonina en los humanos puede durar muchos años y posiblemente ser permanentes. “Sabemos que el daño cerebral aún está presente en monos, siete años después de descontinuar la droga”, dice el Doctor Rocurte. “Aún no sabemos si estamos tratando con tal efecto de larga duración en la gente.”