Un drogadicto va a tratar por todos los medios de culpar a otros – es la naturaleza de la adicción.
Uno de los aspectos más frustrantes de la adicción son los esfuerzos del drogadicto por culpar a alguien más de sus problemas. La perdida de trabajos, matrimonios rotos, arrestos, enfermedades, bancarrota, lesiones y la misma adicción – todo es por la culpa de alguien más. No se deje atrapar creyendo en la larga lista de historias sobre como otras personas han causado los problemas del adicto.
Por otro lado, tratar de razonar con el adicto raramente funciona. Su razonamiento está enterrado en meses, años y hasta décadas de auto-destrucción y daño a otras personas que ahora el no puede enfrentar. El abuso de drogas y de alcohol disminuye la conciencia de la persona. Devolverle la responsabilidad al adicto debe incluir un proceso gradual para liberarlo de la carga de culpa para no abrumar a la persona al punto de que recaiga. Este es el trabajo de un buen programa de rehabilitación.
Pero, mientras tanto, no acepte que nadie más sea la causa de los problemas del adicto. Tan pronto como este patrón de comportamiento aparezca, descubra los hechos por usted mismo. Si no es posible, por lo menos no se deje atrapar por las tácticas tramposas del adicto. Hay injusticias en la vida, pero en la mayoría de los casos, una persona crea o por lo menos contribuye a las situaciones en su propia vida. Y aun cuando la vida le dé una mala jugada, es la responsabilidad de uno levantarse y resolverlo. Algo que tener en cuenta, son los esfuerzos del adicto para sobreponerse de sus problemas de una manera responsable. Si no hay esfuerzo de su parte, aumenta la posibilidad de que la verdad este oculta.
Manera incorrecta de hacerlo: Un padre llega a casa después de haber perdido su trabajo. Esto ocurre después de meses de que su humor y relaciones en casa empeoraron. La esposa se da cuenta que el ya no pasa tiempo con ella o con los niños y de que las peleas aumentaron. El explica a gritos como su patrón es un patán y que todo lo que hace esta mal hecho, y como resultado perdió su trabajo. Hasta hace algunos comentarios amenazantes de cómo “se las va a pagar.” La esposa podría cometer uno de dos errores en ese momento – o creerle toda la historia y sentir lástima, o tratar de razonar con el esposo haciéndolo ver como el pudo haber evitado que lo despidieran, “por los hijos.” La actitud anterior va a hacer que el esposo viva de una mentira y va a propiciar para que las cosas empeoren. La segunda actitud, sin importar lo cierto que fuera, podría conducir a una discusión violenta.
Manera correcta de hacerlo: La mejor solución en este caso es similar a la presentada en la regla anterior de “Rechace las Mentiras y la Manipulación”: busque la ayuda de familiares para llegar al fondo del problema. Especialmente, cuando hay niños de por medio, no trate de enfrentar sola a una persona más fuerte y más amenazadora. Tampoco deje que su timidez o vergüenza la detengan para pedir ayuda. Si las personas a quienes les pidió ayuda se negaron, siga preguntando hasta que consiga a alguien que quiera ayudar. Cuando se está luchando contra la adicción, es usual que se necesite el apoyo de un grupo para resolver el problema completamente.