Las revistas del Informe al Consumidor (Consumer Reports), comentan e informan sobre todo, desde refrigeradores hasta camionetas, ofreciendo el tipo de información que solo se obtiene mediante la contratación de evaluadores y colaboradores expertos. En el 2014, publicaron un artículo sobre los peligros de los analgésicos. Mientras Estados Unidos se encontraba en una profunda adicción masiva a los opiáceos y a sobredosis, el Informe al Consumidor reportó tres conceptos erróneos comunes relacionados con analgésicos como el OxyContin, el Vicodin, el Lortab, el Percocet y otras drogas opiáceas u opioides (opiáceos sintéticos).
El primer mito que reportó era que los opiáceos funcionen bien para el dolor crónico.
Señalan que el 90% de las personas que sufren de dolor crónico se les prescribe analgésicos opioides. Esto es a pesar de la adicción y muchos efectos secundarios que incluyen náuseas, estreñimiento, insomnio, pensamiento lento y confuso. Además, una persona tomando estos analgésicos desarrolla tolerancia, lo que significa que rápidamente necesitaran dosis más altas para lidiar con el dolor existente.
Para empeorar las cosas, algunas personas que han estado tomando opiáceos para el dolor, cada vez se hacen más sensibles al dolor en lugar de sentir alivio del dolor.
Podrían experimentar dolor severo como del que se les estaba tratando o el dolor podría venir de una parte totalmente diferente del cuerpo. Un artículo relacionado con esto en su sitio web señala que muchas personas los usan para el dolor sin ni siquiera recibir el beneficio de sentirse sin dolor.
Para llegar a estas conclusiones, el Informe al Consumidor se basa en el conocimiento de su propio asesor médico, el Dr. Marvin Lipman, así como el consejo de Gary Franklin, médico y profesor de investigación en la Universidad de Washington en Seattle y Richard Blondell, médico y director del Centro Nacional de Capacitación para la Adicción. El Informe al Consumidor señala que los analgésicos no adictivos como el paracetamol o el ibuprofeno pueden funcionar muy bien para algunas personas y que el ejercicio, el masaje, la acupuntura y otras opciones naturales pueden ayudar a reducir o aliviar el dolor crónico.
El Informe al Consumidor expone otros dos conceptos erróneos acerca de los analgésicos opioides – que no son adictivos cuando se usan para tratar el dolor y que las versiones de liberación prolongada, como el OxyContin original, son las formas más seguras de estos fármacos.
¿Por qué el Informe al Consumidor conoce estos hechos y parece que algunos médicos no lo saben?
La influencia de las empresas farmacéuticas sobre los médicos
En el 2007, Purdue Pharma, el fabricante de OxyContin, se declaró culpable de los cargos federales de que ellos instruyeron a sus vendedores a instar a los médicos a prescribir el medicamento para condiciones no aprobadas por la Administración de Alimentos y Drogas. También admitieron que les dijeron a sus vendedores que aseguraran a los médicos que el medicamento no era adictivo y que era poco probable que fuera abusado por los pacientes. Estas garantías eran completamente falsas.
Los médicos aceptaron estas garantías de los representantes de Purdue y comenzaron a prescribir OxyContin para problemas de dolor moderados como el dolor de espalda baja, en lugar de limitar su uso a situaciones graves, como casos de dolor intolerable como del cáncer o dolores terminales. Aunque nadie fue a la cárcel por las falsas afirmaciones, Purdue y sus ejecutivos fueron multados con $600 millones.
Así que los médicos no fueron educados sobre cómo recetar opioides en la escuela de medicina, sino más bien por los representantes farmacéuticos. Tomó varios años más, después de que este caso fuera resuelto para que los profesionales de medicina empezaran a cambiar sus prescripciones. Ahora, los médicos estan un poco menos propensos a recetar pastillas y suelen ser más cautelosos sobre comenzar a prescribir opioides en absoluto, pero la situación creada por los representantes de Purdue todavía existe.
Se necesita vigilancia personal para mantenerse a salvo
Es posible que una familia evite este camino hacia la adicción. Se requiere una vigilancia constante por parte de los adultos en el hogar. Tienen que buscar otras alternativas para el dolor de ellos mismos, y asegurarse de que las personas jóvenes en el hogar estan totalmente conscientes del peligro de una sola mala utilización de estos fármacos y además, deben estar atentos al uso de medicamentos en personas de la tercera edad. Sin darse cuenta, las personas mayores pueden llegar a ser dependiente de las drogas que les fueron prescritas y no pensar en otras alternativas que puedan tener. Muchas personas simplemente hacen lo que el médico les dice y toman lo que se les prescribe, sin hacer preguntas o buscar alternativas.
Es importante que los jóvenes vean a sus padres o a las personas que los cuidan como modelos cautelosos en el uso de drogas o en el consumo de alcohol. Si ven a sus padres usando una variedad de medicamentos para hacerle frente a las tensiones o a dolores, entonces es probable que adopten este mismo hábito.
Los medicamentos tienen un lugar valioso en nuestras vidas, pero esta en manos del consumidor garantizar que siempre se utilicen correctamente o se eviten si tienen una elección que no requiera drogas.